Este tipo de discapacidad se muestra por una disminución total o parcial de la vista. El 80% de la información necesaria para nuestra vida cotidiana implica el órgano de la visión.
Esto supone que la mayoría de las habilidades que poseemos, de los conocimientos que adquirimos y de las actividades que desarrollamos las aprendemos o ejecutamos basándonos en información visual.
En este sentido, cuando se habla en general de ceguera o deficiencia visual se está haciendo referencia a condiciones caracterizadas por una limitación total o muy seria de la función visual. Es decir, se trata de personas que, o bien no ven absolutamente nada, o bien, en el mejor de los casos, incluso llevando gafas o utilizando otras ayudas ópticas, ven mucho menos de lo normal y realizando un gran esfuerzo.
Esta pérdida grave de funcionalidad de la visión se va a manifestar, por un lado, en limitaciones muy severas de la persona para llevar a cabo de forma autónoma sus desplazamientos, las actividades de vida diaria, o el acceso a la información. Por otro, en restricciones para el acceso y la participación de la persona en sus diferentes entornos vitales: educación, trabajo, ocio, etc., y que adoptan la forma, no sólo de barreras físicas y arquitectónicas, sino también sociales y actitudinales.
¿Cuál es la manera correcta de guiar a un ciego por la calle?
¿Cuál es la manera correcta de guiar a un ciego por la calle?
Si deseas guiar a un invidente por una calle o por un recinto cerrado, debes hacerlo de la siguiente manera:
1. Colócate al costado y a medio paso por delante del invidente que deseas guiar.
2. Luego, haz que él o ella te coja el brazo, justo arriba del codo. Para esto, puedes decirle simplemente: "Coge mi brazo".
3. Luego pueden empezar a caminar con naturalidad.
Esta es la técnica estándar, sin embargo, puede modificarse en los tres casos siguientes:
a.
Si La persona ciega a la que deseas guiar es más alta que tú, él o ella
puede coger tu hombro antes de que empieces a caminar.
b. En caso de que quieras guiar a un niño ciego, haz que él coja tu muñeca, y así caminarán seguros.
c.
Si van a recorrer un trecho muy largo o si el ciego necesita algún tipo
de ayuda adicional para caminar, flexiona tu antebrazo, de modo que
quede paralelo al suelo y así el ciego pueda apoyar ligeramente su mano y
su muñeca sobre tu antebrazo flexionado.
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